La presencia de Borja Rubiato en la lista de transferibles el pasado mes de junio fue toda una sorpresa, al igual que está siendo que el madrileño sea el único de los supuestos descartes que entrena con normalidad con el grupo. Su juventud y su carácter parece que están valiendo para que esa opinión inicial haya cambiado, y aunque aún no es oficial, su continuidad parece estar garantizada para la nueva temporada.
Hoy Borja se siente como un niño con zapatos nuevos pese a que "la pretemporada está siendo bastante dura". Sus condiciones físicas han aumentado gracias a una madurez mental que ha logrado curtir en los últimos meses. Después de lo sucedido en la temporada pasada, ahora prefiere ser mucho más prudente: "Sigo teniendo esa esperanza, aunque todavía Julio Fernández Peguero no me ha dicho nada oficialmente, pero sí Javi Gracia me ha dicho que cuenta conmigo. No quiero alzar las campanas al vuelo hasta que sea seguro. Para mí ya fue un paso importante comenzar la pretemporada con el resto de los compañeros, sobre todo porque ayuda mucho estar con el grupo. Ahora prefiero no marcarme metas a largo plazo", afirma.
Lo cierto es que es el futbolista que más ha jugado esta pretemporada -180 minutos en 3 partidos-, y aunque en un principio pudieran ser tomados como una prueba definitiva, el ariete madrileño no lo ve así: "No me siento más seguido, quizás estoy hasta más tranquilo que el año pasado. Es una situación distinta, pero intento no presionarme. No podemos meter más cosas en la cabeza... Con estos compañeros es fácil trabajar, y sobre todo cuando el entrenador da tranquilidad". Y todo eso pese a la competencia que da compartir posición con Toedtli, Arriaga y Tristán: "La competencia debe ser buena para el Cádiz. Cuanto más arriba acabemos será mejor para todos. Aunque sé que en mi posición somos muchos jugadores, creo que tengo cosas que decir y no pienso rendirme para que me coloquen el cartel de tercer o cuarto delantero. Todos vamos a rendir al máximo para que sea difícil decidir".
Si hay algo que le está sorprendido a Rubiato es la adaptación de los nuevos, y sobre todo la llegada de Tristán, al que idolatraba hace unos años: "Todos sabíamos como era Diego con el balón en los pies, pero a eso hay que añadir que es un diez como persona. La verdad es que todos los fichajes se han adaptado bien porque el vestuario lo hace fácil. Yo le he tenido en mi colección de cromos cuando estaba en el Deportivo de La Coruña, y sé que puedo aprender mucho tanto de él como de Toedtli y Arriaga, al igual que ellos aprenderán algunas cosas de mí. Son gente comprometida y con una gran calidad".
Quiere probar sensaciones nuevas
Borja Rubiato quiere saborear las mieles de la Segunda División, por eso asegura que su horizonte ha cambiado de reto: "Mi meta este año es disfrutar. El año pasado no lo hice porque me presionaba mucho personalmente, pero ahora siento mucha ilusión por la categoría. Ir al campo del Betis o del Hércules van a ser sensaciones nuevas para mí. Nos vamos a dejar todos la vida en cada partido. Hemos aprendido la lección de la Segunda B para no volver, porque lo pasamos todos muy mal. Gracias a la unión no vamos a bajar los brazos".
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