Hoy está previsto que Matías Pavoni se incorpore a los entrenamientos junto al resto de sus compañeros, pero su regreso tras las vacaciones navideñas no será igual al de temporadas anteriores. El futbolista argentino es uno de los veteranos más antiguos del vestuario, llegó en la última temporada en Segunda B, y es uno de los más carismáticos del plantel amarillo
La marcha de Lucas Lobos hace un par de semanas hacía indicar a que el protagonismo de Pavoni iba a ser mayor en el equipo ya que es el único mediapunta nato que hay en la plantilla, aunque Líbero Parri también pueda desempeñar su labor en esa posición gracias a la polivalencia que no sólo le hace ser mediocentro.
La clave de la posible salida de Matías Pavoni del Cádiz está en una hipotética renovación. El jugador rosarino cumple contrato con los amarillos el próximo 30 de junio y desde ayer mismo tiene libertad para negociar con cualquier otro club su incorporación cara a la próxima temporada. No obstante, en los últimos días se ha venido especulando con la posibilidad de que Pavoni tenga en su poder una oferta del fútbol europeo que podría anticipar los acontecimientos y propiciar la salida inminente del argentino. Su futuro debe ser analizado desde hoy cuando el jugador tenga la oportunidad de hablar con el club y poner sobre la mesa la situación que vive en el equipo.
El protagonismo de Matías Pavoni tras seis temporadas ha ido en declive sobre todo en esta campaña. Esta temporada tan sólo ha jugado seis partidos de titular y en siete ha saltado al campo como suplente. Es el octavo jugador que menos minutos ha disputado en lo que se lleva de liga al haber estado eclipsado en su posición por la figura del vendido Lucas Lobos.
Si finalmente se opta por dejar marcha al futbolista argentino en vez de venderlo, el club pasará a tener tres fichas libres y estará obligado a firmar a un futbolista para la mediapunta del equipo. La buena relación que el jugador tiene con los dirigentes sólo hacen factibles dos alternativas: su renovación si es aconsejada por los técnicos o dejarle marchar sin percibir ningún desembolso económico a cambio.
Seis años vestido de amarillo
Su llegada al Cádiz fue a través de una carambola ya que iba a ser fichado por el Real Murcia pero David Vidal desaconsejó a última hora su incorporación por lo que pasó del mercado de la división de plata al de bronce. Su adquisición fue avalada por el técnico Jose González que buscaba junto al entonces secretario técnico Alberto Benito un futbolista en la mediapunta que viniera a paliar la crisis que el equipo había tenido en esa posición en años anteriores desde la venta de Ariel Zárate. Su primer año significó el ascenso a Segunda A y posteriormente tras dos años a Primera División. En su haber está el haber logrado el primer gol cadista en la máxima categoría en el nuevo milenio, fue ante el Real Madrid en el Ramón de Carranza aunque se perdió 1-2. Fue el primero de los cuatro goles que logró en la máxima competición, aunque el club se negó entonces a venderlo tras el descenso pese a tener una oferta del Getafe.
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