La noche de Reyes no pudo ser tan mágica como los cadistas esperaban. Muchos habían dejado de lado por un momento las últimas compras navideñas para acudir a Carranza en busca de un regalo adelantado, pero el premio se fue camino de la Costa del Sol. El Cádiz cayó derrotado por la mínima, con un gol de Baha, rompiendo así la buena racha que llevaba y habrá que esperar una semana más, esta vez en Sevilla, para que los de Calderón sumen los puntos que deberían haber obtenido frente al Málaga.
Gol tempranero
Algunos estaban aún acomodándose en sus asientos cuando el Málaga inauguraba el electrónico. Apenas habían transcurridos 15 segundos cuando el equipo visitante marcaba el primer gol de la tarde. Saque inicial desde el medio centro, balón que cae en poder de Calleja, éste centra a la izquierda para Baja y el delantero malaguista cruza el esférico con tanta intención que Contreras, sorprendido, no puede hacer nada por evitar que el balón traspase la línea de gol. Un duro golpe para empezar un partido en el que el Cádiz tenía puestas muchas esperanzas tras los triunfos conseguidos ante el Nastic y el Celta.
Con la ventaja en el marcador, el Málaga retrasó sus líneas, pero no renunció al ataque. El Cádiz no se arrugó y buscó desde el primer momento ese gol que pusiera nuevamente las tablas en el partido, aunque usó más el corazón que la cabeza, al menos durante los primeros minutos. Con un juego de ida y vuelta el segundo de la tarde podía tener color amarillo o blanquiazul.
Pudo llegar el empate
Calderón se desesperaba desde el banquillo viendo como sus hombres lo intentaban de todas las formas y el esperado tanto no subía al marcador. Los amarillos se mostraron muy incisivos, sobre todo por la banda derecha en la que Cristian y Enrique continúan entendiéndose a la perfección como ya han demostrado en anteriores encuentros. Precisamente una jugada entre ambos fue el primer acercamiento del Cádiz al área defendida por Goitia. Después, un tiro lejano de Fleurquin, que actuó como organizador del equipo, se fue por alto por muy poco. Y llegó la jugada más peligrosa de los locales: Un excepcional pase de Cristian le llega a Bezares que, en vez de centrar para que remataran Nano o Dani, mejor posicionados que él, remató a portería, pero el balón se estrelló en el lateral de la red.
Y todo eso en trece minutos. Uno después, en el 14, Salva llevaría los nervios a la grada con un gol que no subió al marcador porque había sido anulado previamente por el linier por falta. Después, le llegó nuevamente el turno al Cádiz: Enrique remató de cabeza, pero Goitia evitó el gol, el disparo de Parri salió demasiado desviado y alguno más lo intentó sin suerte. Hasta que llegó un posible penalti cometido sobre Abraham Paz que Caballero Herreros no señaló.
Dominio local
El partido sólo tenía un color: el amarillo, pero lamentablemente ese dominio no se reflejaba en el marcador electrónico. A punto estuvo Enrique de conseguir el empate en el minuto 35 en una bonita volea y tras otro nuevo centro de Cristian, de los más activos durante el partido. Fue una pena que Goitia, muy acertado, mandara el esférico a corner. Parecía que no iba a ser el día del Cádiz, la magia de la noche de Reyes se escapaba, pero el público no estaba dispuesto a permitirlo y empezó a animar como sólo él sabe hacerlo. Pero no había tiempo para más. Caballero Herreros pitó el final de la primera parte y habría que esperar a la segunda para ver si los amarillos conseguían igualar el encuentro.
Calderón mueve piezas
Calderón movió piezas en la segunda mitad y sacó a toda su artillería. Retiró a Nano y a Bezares y entraron al terreno de juego Gustavo López y Gastón Casas, con la idea de multiplicar el juego ofensivo. El técnico malaguista, por su parte, prefirió guardar su ventaja y realizó sus cambios apostando por el juego defensivo, mucho más aún después de la expulsión por doble amarilla del lateral Jesús Gámez.
La segunda mitad se convirtió en un monólogo amarillo, con los jugadores del Cádiz buscando la portería defendida por Goitia y un Málaga que apenas inquietó a Contreras, mero espectador durante los segundos 45 minutos. Una vez más el peligro llegó por la banda derecha, con una buena internada de Enrique que cruzó ligeramente su disparo. Goitia despejó, pero Dani no llegó al rechace.
Los últimos instantes del choque fueron un quiero y no puedo de los locales, que veían como se escapaban los primeros puntos del año en Carranza. Aún así, los de Calderón apuraron sus cartuchos durante el último tramo del partido. Fleurquin cabeceó un balón que salió por encima del larguero y en el 87 una bonita jugada entre varios futbolistas locales pudo acabar en gol, pero la Diosa Fortuna vestía de blanquiazul. Abraham Paz, que había adelantado su posición, cedió el balón a Parri, éste a Enrique que centró al punto de penalti, sin que Dani pudiera llegar a tiempo para rematar.
Los tres minutos de tiempo reglamentario, que aún restaban, unidos a los cuatro que concedió el colegiado, no fueron suficientes para que el Cádiz lograra su primer triunfo del 2008. Quizás los camellos de los Reyes Magos de Oriente estaban demasiado cargados para dejar un triunfo en Carranza y han preferido retrasarlo para dentro de una jornada en Sevilla. Allí, muchos gaditanos y cadistas acompañarán nuevamente al equipo para que vuelva a la senda de triunfo.
(CRÓNICA DE CADIZCF.COM)
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