La herramienta del concurso de acreedores ha estado en las dos últimas décadas muy presente en el fútbol tras la conversión de los clubes en SAD. Entonces se denominaba 'suspensión de pagos' donde se instauraba un único interventor en la entidad, una figura que luego fue modificada hasta la presencia de tres administradores para la sociedad con un nuevo nombre: ley concursal.
Aunque ha llegado a ser un quebradero de cabeza para el pago a los futbolistas, sobre todo al evitarse el descenso administrativo por impago a los jugadores, esa situación ha variado hasta convertirse en un atractivo para los futbolistas que se fichan tras acogerse el club al concurso de acreedores.
Clubes como Málaga, Real Sociedad o Hércules no sólo se acogieron sino que lograron confeccionar un proyecto deportivo que les lleva camino de sanear sus cuentas.
El último ejemplo de ese atractivo que se ha generado lo protagonizó hace unas horas el nuevo director deportivo del Xerez, Emilio Viqueira, que aseguró que "los futbolistas con los que he hablado se sienten seguros porque con la Ley Concursal saben que hay gente que vela por sus intereses y quedan asegurados los contratos que se firmen". El objetivo en el Cádiz es similar en doble ámbito: facilitar la venta del paquete mayoritario de acciones y dar solvencia a un proyecto deportivo que económicamente hablando se había ido de las manos en los últimos meses.
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