En el concurso del Gran Teatro Falla, se le llama 'cajonazo' a aquella agrupación que, habiendo dejado a priori impresiones para llegar a la final, no es merecedora para el jurado de recibir tal honor. Cádiz y Tenerife, sobre el papel, son dos equipos con nombre y con plantilla para al menos, pelear por ese disputado tercer billete que da acceso a jugar la próxima temporada en la Liga de los Ases. Todos los metían en el grupo de favoritos en el inicio de campeonato. Pero con partidos como el que ambos realizaron ayer en el Carranza, mucho debe cambiar la película para que ambos se suban al tren más deseado de Segunda.
Sin embargo, con sus tres nuevos fichajes, el presidente cadista Antonio Muñoz está a tiempo de quitarse la candidatura de ser uno de los grandes 'cajonazos' de esta temporada en la División de Plata. Frente al Tenerife, por cierto absolutamente irreconocible ayer sin Nino, pudo llevarse los tres puntos de forma merecida, aunque sobró la fantochada de la primera parte.
Como ya empieza a ser habitual, los pupilos de Antonio Calderón firmaron una mitad inicial bastante limitada, y si se salvaron de la bronca fue porque el rival lo estaba haciendo tan mal como él en el terreno de juego del Carranza. Ante la siesta, sólo Mateu Lahoz calentó algo la sangre del aburrido espectador. A Dani ya le tienen cogida la matrícula y ya, aunque el penalti exista, la forma de caer le hace sospechoso. Eso le pasó ayer, porque Juan Pablo le entró a destiempo en el área y lo derribó. Pero el trianero no estuvo avispado y exageró tanto la caída que al final el trencilla optó por no creérselo.
Natalio, como se esperaba, fue el hombre que puso ayer la calidad, el que llevó más peligro en sus botas y las mejores ocasiones. Sus combinaciones con Dani fueron peligrosas, y hasta pudo hacer gol si no hubiese sido un día inspirado para Juan Pablo. Hormiga, en su regreso al once titular del conjunto visitante, fue el autor del único disparo a puerta del Tenerife en la primera mitad. Y eso, que fue en este periodo cuando más cerca estuvieron del área de Contreras, que sólo tuvo que intervenir en esa acción.
En la segunda mitad, el Cádiz pareció otro. Primero, porque con la entrada de los nuevos fichajes amarillos, Bangoura y Kosowski, el equipo se fue hacia arriba. Y segundo, porque Enrique, que estuvo gris en el periodo inicial, se puso las pilas. Muñoz ya ha conseguido con el guineano este hombre con presencia en el área que necesitaba. Fue un defensa, De Quintana, el que tuvo la ocasión más clara, pero Juan Pablo estuvo sensacional. Enrique y Bangoura también tuvieron sus oportunidades, pero las desbarató el meta. Al final, reparto de puntos que sabe a poco.
FUENTE: DIARIO AS.COM
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