Los aficionados irán en coches particulares

La huelga de autobuses que acecha a la provincia de Málaga durante el fin de semana se ha convertido en un muro infranqueable para la marea amarilla. Durante toda la semana el propio club había estado realizando diversas negociaciones -con empresas de autobuses y Renfe- para desplazar al menos a medio millar de aficionados amarillos hasta La Rosaleda. La negativa de las compañías de transportes y la complejidad de fletar un tren va a producir que los cadistas que quieran desplazarse mañana hasta Málaga sólo vayan a poder hacer en coches particulares. Incluso la única excursión preparada por autobús, por la agrupación de aficionados cadistas, tuvo que ser ayer suspendida ante el temor que los transportistas tienen a los piquetes informativos que estarán en las carreteras malagueñas.