La llegada de Kamil Kosowski al Cádiz acabó eclipsando a Enrique Ortiz. No es la primera vez que le ha sucedido al extremeño, las segundas vueltas suelen ser duras para él, ya le pasó con la competencia de Estoyanoff y Pablo Hernández, pero continúa muy confiado de volver al once titular.
El extremo considera lógica la oportunidad que se le está dando al polaco desde su aterrizaje en la capital gaditana porque la afición estaba expectante y lo consideraba como un regalo de reyes: "Son circunstancias del fútbol, pasan en todos los clubes. Al final si el juguete viejo no se rompe, el niño termina jugando con ese juguete viejo. Siempre que uno no juega está mal, pero son decisiones que tiene que tomar el entrenador. Siempre pienso que cuando uno está en el banquillo hay compañeros que se han quedado en casa. Hay que hablar en el campo, y cuando Antonio me pone intento hacerlo lo mejor posible".
Enrique reconoce que la situación del equipo ha cambiado radicalmente en los últimos partidos: "La cosa se ha puesto más fea que la semana pasada porque estamos un punto más cerca del descenso. Esto es fútbol y ahora tenemos cinco partidos que realmente nos van a decir cual va a ser nuestra lucha hasta final de liga. Ahora mismo sólo podemos aspirar a la salvación. Estoy con Raúl López, si no somos capaces de ganar cinco partidos es para matarnos". Ahora se hacen las cuentas para la permanencia: "Si ganamos al Poli Ejido se quedaría descolgado y nos beneficiaría. También podríamos eliminar a Las Palmas de la lucha la próxima semana. Son seis puntos que hay que ganar por lo civil o por lo criminal. Es una pena estar así, pero es una realidad. No podemos vender otra cosa". Ahora no se da a nadie por descartado, ni tan siquiera a Xerez y Poli Ejido: "Pensaba que estaban sentenciados hasta la semana pasada. Ahora la cosa se ha puesto más seria porque están realmente cerca de la salvación, cuatro y cinco puntos respectivamente, les queda mucho para intentar lograr la permanencia, pero cosas más raras se han visto".
"Todo se vive al límite"
Después de varias temporadas en el Cádiz, Enrique reconoce que es normal la reacción del entorno tras los últimos resultados: "Aquí se viven las cosas al límite para lo bueno y lo malo. Ahora se habla de fracaso y que esto es catastrófico. Para mí sería un fracaso descender con la plantilla que hay, pero luchar por la permanencia, que se lo digan al Málaga del año pasado... El fútbol no tiene memoria, si no podemos estar en Primera, tenemos que lograr seguir en Segunda".
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