Los expertos dicen que la justicia no existe en el fútbol, pero el Ramón de Carranza va camino de convertirse en un juzgado deportivo. Cádiz y Elche no sólo se repartieron los puntos, sino también los periodos del partido y las jugadas polémicas.
Al que sólo viera la primera parte le habría extrañado que el Elche se marchase al descanso sin marcar ante un equipo plagado de desidia. Los amarillos abusaron del juego directo, mientras que los ilicitanos de David Vidal -que vio el partido desde una cabina de radio- pusieron el juego y las ocasiones mostrando personalidad. El Cádiz se marchó al descanso sin tirar una sola vez entre los tres palos. Por el contrario, Contreras tuvo que emplearse en un par de acciones para evitar el gol visitante, e incluso en el minuto 30 pudo cometer penalti a Raúl Martín.
En la reanudación Carranza pasó de los pitos a los aplausos. El Cádiz salió enchufado y contagió a su afición para llevarlos en volandas y transformar el terreno de juego en un partido roto y con alternativas. Los cambios en el Elche provocaron algo de desorden, mientras que la entrada de Parri en los cadistas supuso los mejores minutos del cuadro local. También se pediría penalti a Gastón Casas, pero no sería hasta el 76 cuando el recién ingresado Dani cabeceara a la red un centro de Gustavo López. La alegría duró poco en el Cádiz, que ya se sabe de memoria el refrán de la casa del pobre. En el 87’ el colegiado señaló penalti de Paz tras golpearle el balón en la mano y fue expulsado. Cobo no desaprovechó la ocasión para arañar el merecido punto. Eso lo dejó todo igual, el Elche a tres del ascenso y el Cádiz a seis del descenso y con el derbi ante el Xerez el sábado
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