La mañana de ayer comenzó como había sido habitual en Antonio Muñoz en los últimos años, salvo en los últimos tres meses. A primera hora se presentó con su equipo en las oficinas del Carranza donde arengó a los empleados, al igual que a los futbolistas y cuerpo técnico instantes después en El Rosal. El presidente cadista acompañado por los consejeros Paco Puig y Federico González, al igual que el secretario técnico José Manuel Barla, mandó un mensaje de tranquilidad al vestuario cara al futuro: "No sé cómo habrán estado antes, pero una vez que hemos saludado a toda la plantilla creemos que se han quedado mucho más tranquilos tras disipar las dudas. Poner fin al culebrón ha tenido que ser positivo porque ahora el club vuelve a estar seguro y vuelven a tener la tranquilidad que debe tener todo profesional para ejercer su trabajo. Ha sido un mensaje de tranquilidad porque tenemos una gran plantilla, creemos en ellos y confiamos en sus posibilidades. La primera alegría esperamos que venga ya el sábado ante el Xerez porque la necesitamos todos, tanto la afición como los que hemos padecido el calvario".
Los pasos a seguir están en mente de Antonio Muñoz, lo más importante es volver a lo habitual: "Vamos a intentar ir normalizando las cosas en las próximas horas. Estamos dispuestos a afrontar la situación. Una vez resuelto el contrato Arturo Baldasano no tiene nada más que ver con el Cádiz. Ha quedado totalmente desvinculado del futuro amarillo. Ahora empezaremos a situarnos para saber cual es la situación en la que nos encontramos. Veremos el tema administrativo y deportivo que nos encontramos. Tampoco me preocupa gran cosa porque el equipo administrativo que tenemos es bastante competente y tengo total confianza en ellos".
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