Los veteranos tiran del carro: "Tenemos que ir todos de la mano"

El partido ante el Albacete parece haber marcado un punto de inflexión en la mente de los jugadores del Cádiz. El remontar un 1-3 en casa en tan solo veinte minutos ha servido para que la comunión entre afición y equipo pase de estar rota a volver a estar más fuerte que nunca. Síntoma de ello fue la ovación que el equipo se llevó a la conclusión del partido tras ser incluso objetivo de las iras de los aficionados tras los tres goles manchegos.

El gol inicial de Toedtli no fue suficiente, pero la remontada protagonizada por Tristán, Enrique y Fragoso los llevó al éxtasis de la motivación. Mariano, uno de los más veteranos de la plantilla asegura que ha sido "uno de los partidos más locos que hemos vivido". Para el argentino el problema está en el descanso: "No sé que nos pasa pero nos afecta, parece que vamos a tener que jugar los noventa minutos seguidos".
Tras la expulsión de Tarantino en el minuto 69 llegó la reacción. La entrada de Tristán en el campo con López Silva significó una revolución que el de La Algaba califica como merecida: "Este equipo lleva todo el año sufriendo y creo que el domingo recogimos el premio con algo de fortuna y voluntad de los jugadores. Fue el cúmulo de todo el trabajo que llevábamos atrás. Se sale con la máxima ilusión, pese a cuando las cosas van mal y está la afición enfadada. El equipo demuestra carácter y que no se va a rendir. No es de los cuatro peores de la categoría. Era necesario una victoria de esta manera para comenzar a remontar", afirma.
El del domingo fue el partido de Enrique con dos asistencias y un gol: "Lo importante era sumar los tres puntos, el resto da todo igual. Si hubiéramos perdido el vestuario estaría tocado y delicado. El remontar nos ayudará psicológicamente", matiza el extremeño. Una ayuda que llegó a ser éxtasis con el gol final de Fragoso que significaba la remontada: "Fue impresionante lo vivido el domingo. Pasamos de estar muertos a resucitar. Controlé tras el pase de López Silva y le pegué con el alma a gol. Nos hacía mucha falta que entrase un balón así. Ahora vemos la salvación más cerca con la moral que hemos cogido".

Entienden el malestar de los aficionados
Desde el descenso a Segunda B hace dos temporadas no se vivía ninguna situación parecida a la del domingo en Carranza. La afición explotó contra todos a base de pañuelos blancos e incluso insultos, pagando de esa manera su ira con determinados futbolistas. Diego Tristán, que ha vivido batallas similares a lo largo de su trayectoria deportiva, pide tregua ante la situación que vive el equipo: "A la afición tenemos que tenerla todo el año a favor. Hay que entender a los que están molestos, pero tenemos que lograr una comunión para ir todos de la mano".