La irregular temporada del equipo cadista hace que la afición amarilla se ilusione con pocas cosas. Las dos victorias consecutivas ante Albacete y Numancia ha hecho que la hinchada vuelva a mirar las opciones del Cádiz de estar luchando por acabar en la zona alta de la clasificación buscando una palabra que se ha convertido en tabú.
Aunque es una auténtica locura cuando hace dos jornadas se hablaba de descenso, la imagen del nuevo Cádiz de Raúl Procopio llama a la esperanza. El propio técnico nota que algo ha cambiado: "Noto en los jugadores que piensan que el año no está tirado del todo. Aún podemos meter un empujón final e ilusionarnos con ir partido a partido, luego ya se verá. Se puede dar el caso de ganarlo todo y no estar arriba, pero yo no concibo un futbolista que se viste de corto para saltar al campo a perder el tiempo". Lo que sí pide el entrenador a sus incondicionales es que no pierdan la esperanza: "Si la afición tiene esa ilusión, que continúen con ella porque eso también lo transmiten al equipo. Veníamos de una situación complicada y tenemos que ir paso a paso porque el fútbol ni es tan simple, ni es de un día para otro. Nos quedan ocho finales".
De estos últimos ocho partidos también depende la continuidad de Raúl Procopio en su cargo, algo que tiene en su mente aunque no le preocupa en exceso: "Ahora mismo sólo pienso en que soy el entrenador hasta el 30 de junio. No tengo ninguna prisa, pero sería falso decir que no me hace ilusión ser el técnico de la próxima temporada. Estas cosas tienen un proceso y tenemos que ser conscientes que sólo llevamos dos victorias en dos partidos". Además asegura que continuará apostando por los futbolistas jóvenes: "Se puede tirar de cantera siempre que las necesidades del equipo o el partido sea de un jugador que puede venir bien. No he perdido la cabeza, ni he sacado a jugadores del filial para callar bocas. Considero futbolistas de la primera plantilla a todos los que entrenan a diario con nosotros".
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