La defensa cadista está en el punto de mira

La zaga amarilla ya no es lo que era. Si en las seis primeras jornadas ligueras el equipo había encajado sólo tres goles, ahora sucede todo lo contrario. De la jornada 7 a la 12 el equipo de Javi Gracia casi ha quintuplicado esa cifra, pasando a ser uno de los equipos más goleados de la categoría.
En el análisis de la situación destaca que un tercio de los goles encajados en los últimos partidos han sido en las postrimerías. Además el minuto 24 parece que se ha convertido en gafe, ya que en las jornadas 9, 10 y 12, se ha recibido un tanto rival.
La defensa asume la situación y hace propósito de enmienda. Dani Cifuentes cree que el equipo "está sufriendo mucho", y en el caso del último encuentro ante el Villarreal B "fue desde el principio del partido". A eso suma Álvaro Silva "Tenemos que hacer autocrítica. En el último partido llevábamos toda la semana analizando al rival sabiendo cómo nos podían hacer daño. No sé qué nos está pasando pero debemos corregir errores": El malagueño cree que el equipo está tardando en entrar en el equipo: "Necesitamos salir enchufados en los partidos, porque si no es complicado meternos. Hay que comenzar a mirar en el próximo partido ante el Girona".
Las críticas al equipo ya han llegado desde la propia dirección deportiva. Julio Fernández Peguero, tras presenciar el último encuentro en Villarreal, no ha dudado en afirmar que con esa actitud "no se puede ir por la Segunda División". El mandatario cree que "el equipo está mal", y matiza la situación: "Si el equipo no sale todos los domingos igual, puede suceder lo que nos ha pasado en Villarreal y Castellón. No hay excusas para haber dado esa imagen. Los jugadores se tienen que dar cuenta que se debe salir con la misma fe, ganas e ilusión de pelear. Si no hacemos esto, lo vamos a pasar mal".

Las expulsiones, otro problema añadido
El equipo ha tenido que sufrir la inferioridad numérica en tres ocasiones durante las últimas cuatro jornadas. Salvo en el caso de la expulsión de López Silva ante el Real Unión, las rojas que Andrés Fleurquin y Casilla vieron en Castellón y Villarreal, ha acabado siendo un lastre imposible de llevar para los amarillos. La expulsión del uruguayo condicionó para pasar del 1-1 al 4-1 en Castalia, y la de Casilla en el Mini Madrigal dio al traste con todas las opciones de intentar igualar el gol de Cristóbal en el inicio del partido.