De nuevo una visita a Castalia ha acabado con derrota y con polémica. El 4-1 encajado el sábado ha hecho mucho daño en el vestuario amarillo, sobre todo por la forma en que se produjo. Cuando prácticamente ambos equipos firmaban el empate, la expulsión de Andrés Fleurquin acabó desnivelando la balanza a favor de los locales.
El capitán cadista aún no sale de su asombro. El charrúa se niega a pensar que su acción fuese merecedora de la tarjeta roja directa: “La expulsión tiene una interpretación del árbitro. Hay un rival que viene por detrás y yo no lo veo cuando salto, y él fue el que impactó conmigo. Sólo cabeceé con los brazos abiertos. Eso ha hecho que el equipo juegue los últimos minutos condicionados tras una acción en la que no tuve ninguna mala intención”.
El uruguayo le da especial importancia a la goleada encajada: “Tenemos que hacer una autocrítica bastante grande por parte de todos para que nos valga para el siguiente partido”. Unas palabras que pueden ser interpretadas como un toque de atención a todos los estamentos del club para que se den cuenta de la faena que el equipo tiene entre manos.
De todas formas, el propio Fleurquin reconoce que el pasado sábado “no fue uno de los mejores partidos del Cádiz”, pero si hay algo que fastidia realmente es “la forma en la que se dio el encuentro en Castalia”
Dos expulsiones similares en los últimos partidos
Ante el Real Unión López Silva fue expulsado con roja directa en una acción similar a la de Andrés Fleurquin en Castellón. Javi Gracia no ha dudado en quejarse de las decisiones arbitrales: “Ya van dos expulsiones este año de la misma manera y muy rigurosas. Cuando a lo largo del partido marcas un nivel de permitir ciertos contactos o entradas por detrás del rival, luego expulsar a un jugado por abrir los brazos me parece excesivo".
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