Esta semana es decisiva para el futuro institucional del Cádiz. Antes del 1 de julio debe quedar definido el organigrama directivo e institucional del Cádiz, pero todavía hay varios dilemas pendientes de ser resueltos.
En la reunión del consejo de administración en funciones del pasado jueves se acordó crear un modelo profesional de gestión, pero todavía dicho modelo tiene demasiadas lagunas que están pendientes de ser resueltas. Las principales lagunas están en las personas capacitadas para poder llevar a efecto el proyecto.
Los accionistas se debaten entre dos alternativas: un presidente-gestor o un consejero-delegado que tenga un presidente institucional. En ambos casos existe el mismo problema: el perfil de las personas elegidas. El actual vicepresidente ejecutivo Javier Moyano y el director general Santiago Pozas son los que se perfilan, pero no terminan de convencer y es probable que se siga peinando el mercado futbolístico buscando un directivo conocedor de la situación.
Si se apuesta por la segunda figura (presidente más consejero-delegado), el ejemplo a seguir sería el del Mallorca de hace unos años con Mateo Alemany. Para ostentar la presidencia institucional se elegiría a uno de los dos actuales vicepresidentes: Francisco Puig o Federico González, aunque las presiones que están sufriendo ambos en el ámbito personal les podrían hacer renunciar y dejar paso a otro de los miembros del actual consejo en funciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario